Las negras no consiguen enrocarse: a 16…- 0-0 sigue 17.g5, y a 16…- 0-0-0 sucede 17.Cxf7! Por eso, decidieron rechazar el caballo y, después, enrocar largo. No les inquietó la pérdida del peón e6, por cuanto se compensaban de ella con la toma del peón blanco g3.
17. Axe6!- …
Tal no desaprovecha nunca la ocasión de apuntar al rey contrario.
17. …- fxe5
18. dxe5- Ae7
Las negras no quisieron entregar el alfil, pues a 18…- Axe6 sucedía 19. The1; más, ahora, irán de mal en peor.
19. Thf1- …
Ahora hay peligro de 20.Af7+- Rf1 21.Ag6+- Rg8 22.Dc4 y mate.
19. …- Tf8
20. Txf8+- Axf8
21. Df3!- …
El negro está atado de pies y manos. No puede jugar 21…- Td8, por 22.Txd8+, con la amenaza 22.Db3.
21. …- De7
22. Db3- …
Se ha preparado otro golpe: 23.Ad7+- Dxd7 24.Txd7- Rxd7 25.Dxb7+.
22. …- Tb8
23. Ad7+!- …
Las blancas empiezan a recolectar la “cosecha”.
23. …- Dxd7
24. Txd7- Rxd7
25. Df7+- Ae7
26. e6+- Rd8
A 26…- Rd6 hubiese seguido 27.Df4+, y las negras hubieran perdido la torre.
27. Dxg7.
Y las negras dejaron de oponer resistencia porque, aunque una torre y dos alfiles son más que suficientes para hacer frente a la dama, uno de ellos se pierde enseguida. Aconsejamos al lector que lo compruebe.