Todos somos iguales ante la ley,
a menos que seas la hija del Rey.
Entonces no tendrás
que ir a declarar
y así evitarás
un mal rato pasar.
Por la tele verás
a la crisis actuar
pero tú no sentirás
angustia ni pesar.
Todos somos iguales ante la ley,
a menos que seas la hija del Rey.
Entonces todos sabrán
cuanto has robado
pero la cárcel no pisaras
ni serás condenado.
Un amigo de papa
será tu letrado
y él te ayudará
a pasar ese trago.
Todos somos iguales ante la ley,
a menos que seas la hija del Rey.
Ellos roban millones,
con codicia insaciable,
y los tratan como señores
por respeto a su padre.
Mientras los españoles,
sin un trabajo estable,
sufren de privaciones
si son gente honorable.
.